The Process
El proceso artístico siempre comienza con una idea; una imagen, una sensación, una visión que echa raíces en mi mente. La capturo en un boceto, un primer gesto sobre el papel que abre el camino hacia su materialización.
La piedra es lo primero. La busco, la selecciono, estudio sus vetas y fracturas. Desde las canteras o de restos olvidados, la llevo a mis manos. En el taller le doy su forma final, dejándola revelar el equilibrio oculto dentro de su cuerpo en bruto.
Luego llega el metal. Frío, resistente, cede únicamente a la fuerza de mis manos. Lo doblo lentamente, a mano y sin calor, sintiendo tanto el poder del material como mis propios límites físicos.
Por fin, la piedra y el acero se encuentran; dos elementos que se convierten en un solo cuerpo. Con paciencia, pulo los bordes, refino los detalles y dejo que la escultura emerja. Es en esta unión, entre el peso y la ligereza, entre la naturaleza y la fuerza, donde la obra encuentra su forma verdadera.